La pareja que está en proceso de separación deberá gestionar la nueva situación, a la vez que afrontar y armonizar “nuevas diferencias”.
El punto entre la guerra y la paz donde se encuentre la pareja dependerá de cómo haya afrontado y resuelto los conflictos que les han llevado a separarse.
Utilizar herramientas de educación emocional, como las habilidades de comunicación es muy útil para lograr mantener una relación constructiva y fluida entre ambos.
En este post, mencionaremos 3 de las herramientas más poderosas para comunicarte mejor con tu ex.
- COMUNICACIÓN NO VERBAL
Lo que decimos verbalmente debe ir en coherencia con lo que no decimos a través del cuerpo para generar confianza y credibilidad en el otro.
- El contacto ocular y la expresión facial son muy importantes: hay que mirar al otro a la cara sin desviar la mirada, modulando nuestra expresión al mensaje que queremos transmitir.
- Los gestos (brazos cruzados, piernas cruzadas, aspavientos,…) pueden enfatizar o rebajar la intensidad del mensaje.
- La distancia con el otro. Dependiendo del tipo de relación que queramos establecer, no respetar las distancias puede provocar inquietud o molestia.
- Tono y volumen de la voz. Debemos regular el tono al mensaje que queremos dar pues el tono es el regulador entre lo que sentimos y lo que verbalizamos. Lo ideal es utilizar el tono neutro. El volumen de la voz debe ser también neutro. Un volumen alto suele manifestar intención de mando, superioridad, agresividad y un volumen bajo suele asociarse a la confianza, atención y comprensión, aunque si es demasiado bajo puede significar falta de confianza o actitud pasiva.
2. ESCUCHAR ACTIVAMENTE
Escuchar (auscultare) significa oír con delicadeza y cuidado.
La escucha activa requiere:
- Concentrarse en lo que dice el otro.
- Voluntad de descifrar el mensaje del otro.
- Entender qué dice y porqué lo dice, es decir, las razones.
- No quedarse sólo con las palabras sino en lo que no dice, captar sus emociones.
Tips para mejorar nuestra capacidad de escucha:
- Implicarse en la comunicación, intentando aclarar, resumir, hacer preguntas, retroalimentando aquello que nos comunica la otra persona.
- Utilizar la empatía, “ponerse en la piel del otro” sin juzgar y sin compartir su punto de vista. Se trata de comprender, no de evaluar.
- Escuchar con la mente abierta, poniendo toda la atención. Eso significa no emitir juicios ni condenar, estar dispuesto a cambiar de opinión y a no tener razón.
- Escuchar con conocimiento, es decir, pedir aclaraciones y a manifestar discrepancias, si las hay.
¿Qué habilidades dificultan la escucha activa?
- Comparar o compararse.
- Hacer suposiciones. Adivinar lo que piensa el otro.
- Pensar en qué le vas a decir cuando acabe de hablar.
- Juzgar, prejuzgar.
- Etiquetar.
- Pensar en otras cosas mientras escuchas.
- Dar consejos.
- Discutir. Buscar desacuerdos.
- Querer tener la razón. Hacer lo posible para evitar equivocarte.
- Cambiar de tema. Hacer bromas para evitar al otro.
- Estar sólo pendiente de gustar al otro.
3.ASERTIVIDAD
Ser asertivo significa defensar tu punto de vista y derechos sin negar los derechos y opiniones de los demás.
Existen 3 tipos de conducta: asertiva, pasiva ( actitud de huída, evitación) y agresiva (actitud de lucha y confrontación).
- La persona agresiva busca defender en exceso los propios derechos y opiniones sin importar los de los otros. Se caracteriza por una falta de autocontrol de la ira, agresiones físicas y verbales. El sarcasmo es muy común de estas personas.
- La persona pasiva se caracteriza por no respetar los propios derechos y opiniones, pero sí de los demás. Esto repercute en una baja autoestima, que suelen sentirse inseguras, poco valoradas y respetadas. La persona pasiva evita los conflictos aguantando y dejando de lado sus propias necesidades, lo cual produce mucha insatisfacción.
- La conducta asertiva es la más deseada y equilibrada. Esta implica responsabilizarte del comportamiento y sus consecuencias. Permite a las partes expresar de forma clara los diferentes puntos de vista y propuestas con respeto y escuchando activamente a la otra parte.